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Influencia
del medio ambiente en la salud humana Número 31 - diciembre 2001 Salud y medio: de la incertidumbre al cálculo económico Xavier Duran Determinantes ambientales y salud Maria Rosa Girbau i Katy Salas Influencia del medio ambiente en las relaciones entre alimentación y salud Abel Mariné Font i M. Carmen Vidal Carou La contaminación atmosférica y sus efectos sobre la salud Jordi Sunyer i Deu Riesgos ambientales Manolis Kogevinas, Josep M. Antó i Jordi Sunyer Entrevista a Alfons Calera Rubio, investigador del ISTAS y experto en salud laboral Lluís Reales La proteción europea de las personas y del medio ambiente contra substancias y preparados perigrosos Ignasi Doñate |
Hipócrates,
el médico más célebre de la Antigüedad, en
su Tratado de los aires, las aguas y los lugares explica que el hombre
depende de las fuerzas de la naturaleza. La del entorno influye en la
salud humana. Cientos de años después, este enfoque hipocrático
sigue conservando toda su vigencia.
Rosa Girbau y Catalina
Salas, profesoras de la Escuela Universitaria de Enfermería de
la Universidad de Barcelona, explican por qué el estado del medio
ambiente constituye un factor clave para el bienestar individual y colectivo.
En todos los textos queda claro que el sabio médico Hipócrates tenía mucha razón. Lluís
Reales |
Influencia
del medio ambiente en las relaciones entre alimentación y salud 1. Introducción Si hago caso
de todos, la solución sería no comer nada y eso seguro
que no es bueno. El medio ambiente
influye inevitablemente en la alimentación, en muchos casos de
forma positiva, pero también en muchos otros de forma negativa.
Además de afectar directamente a la disponibilidad de los alimentos,
esta influencia puede tener también repercusiones culturales
respecto a la elección de los alimentos; nutricionales, como,
por ejemplo, posibles déficits asociados a una determinada área
geográfica; así como de tipo toxicológico por la
eventual presencia de contaminantes o, más ampliamente, de xenobióticos
en los alimentos.1 Pese a que es innegable que el medio ambiente es
el principal suministrador de xenobióticos a los alimentos, cabe
no olvidar que, de forma natural, algunos de ellos, sobre todo los vegetales,
contienen microcomponentes que, en dosis relativamente elevadas y/o
en ciertas condiciones, pueden ocasionar efectos indeseables que pueden,
incluso, llegar a ser tóxicos para el consumidor. 2. Influencias del entorno medioambiental en la alimentación. Las relaciones
entre medio ambiente y alimentación pueden abordarse desde distintos
puntos de vista: 3. El medio ambiente como fuente de contaminación alimentaria (Perich, 1992). Además de lo que podría denominarse del medio ambiente en la alimentación, no puede menospreciarse, y menos actualmente, el efecto de la contaminación ambiental en los alimentos que ingerimos, ya que es un hecho que la gran mayoría de los contaminantes alimentarios proceden directa o indirectamente del medio ambiente. Pese a todo, también es justo reconocer que, en la mayor parte de los casos, el medio ambiente es en realidad el depositario de unos contaminantes que son consecuencia directa o indirecta de la actividad humana. 3.1. Tipo y origen de los principales contaminantes ambientales que llegan a los alimentos. Los contaminantes
de los alimentos pueden pertenecer a dos grandes grupos o categorías:
bióticos y abióticos. El término biótico
hace referencia a seres vivos y, en el caso de la contaminación
de los alimentos, incluye sobre todo a microorganismos (bacterias y
virus) y a parásitos. Con el nombre de contaminantes bióticos
se designa a aquellas sustancias químicas que pueden incorporarse
accidentalmente en los alimentos y cuya presencia provoca normalmente
efectos no deseados en el consumidor. Cabe destacar que la contaminación
biótica de los alimentos es cuantitativamente mucho más
importante que la abiótica, tanto desde la perspectiva de la
alteración de los alimentos como de la salud de los consumidores.
En la tabla 1 se resumen otras características diferenciales
entre contaminación biótica y abiótica de los alimentos.
El medio ambiente no es estéril y, por ello, constituye una fuente potencial de contaminación biótica. Que deje de ser potencial para convertirse en real depende en gran medida de los hábitos, las normas y las precauciones higiénicas que se practiquen y, por lo tanto, de nuevo nos remitimos a la actitud o la actividad humana como factor crítico y clave para que se produzcan o no los problemas relacionados con este tipo de contaminación. Conviene asimismo no olvidar que muchos microorganismos no sólo no suponen ningún tipo de contaminación, sino que, por el contrario, pueden resultar de extrema utilidad para el ser humano en muchos niveles diferentes. La contaminación abiótica de los alimentos puede ser o no de origen medioambiental, a pesar de que, como se verá posteriormente, las fronteras son difusas en algunos casos. A efectos de diferenciar los contaminantes de otros posibles componentes de los alimentos, destacaremos su característica de incorporarse en ellos de forma accidental, lo cual permite diferenciarlos de, por ejemplo, tóxicos naturales vegetales y también de los aditivos alimentarios que, pese a la creencia popular, no son contaminantes, ni entrañan riesgos para el consumidor, ni afectan a las funciones del alimento. El caso de la presencia de plaguicidas en alimentos vegetales y de productos con actividad farmacológica en alimentos de origen animal es un buen ejemplo para ilustrar la dificultad que supone establecer fronteras demasiado estrictas. Así, es lógico pensar que si se hallan restos de estos productos en los alimentos es porque realmente se han incorporado a ellos previamente, en alguna etapa de su obtención. En este sentido, dado que ha habido una adición voluntaria, no podrían considerarse contaminantes. No obstante, si los productos autorizados presentan un nivel superior al de los límites establecidos, sí deben considerarse contaminantes. También se consideran contaminantes las sustancias no autorizadas. Más patente aún resulta la dificultad de delimitar una frontera definida en el caso de las sustancias que, en determinadas dosis, pueden considerarse normales en los alimentos y que, por el contrario, cuando su nivel sobrepasa un cierto límite, deben considerarse contaminantes. Otro ejemplo de frontera dudosa son aquellas sustancias que pueden aparecer en el alimento como consecuencia de un resultado tecnológico o culinario ¿Cómo han de calificarse los hidrocarburos aromáticos que se forman en el ahumado o las nitrosaminas que pueden formarse a partir de la combinación de nitritos y de aminas alimentarias? ¿Son o no son contaminantes? Está claro que ambas son sustancias indeseables, porque carecen de efectos positivos conocidos y poseen un efecto potencial cancerígeno o procancerígeno. De modo similar, la frontera entre biótico y abiótico no siempre es nítida. Las micotoxinas (toxinas de origen fúngico), las toxinas bacterianas, ciertos metabolitos de la actividad bacteriana (como son algunas aminas biógenas) y las saxitoxinas (toxinas de moluscos que se han alimentado con determinados tipos de algas) son ejemplos de contaminantes de naturaleza abiótica, pero de origen biótico. Conviene, pues, preguntarse si cabe buscar el origen o la relación ambiental de estos contaminantes. Con diferente grado de implicación, la respuesta sería ambas cosas, tal como se discutirá más adelante monográficamente para cada tipo de contaminante. 3.2. Naturaleza de los principales contaminantes abióticos ambientales y de los factores que determinan su grado de riesgo como contaminantes alimentarios Dependiendo de su naturaleza química, los contaminantes abióticos de los alimentos pueden subdividirse en dos macrocategorías: de origen industrial y presencia mayoritariamente medioambiental y los derivados de tratamientos agronómicos, tecnológicos o culinarios de los alimentos, que pueden o no llegar a ser contaminantes del medio ambiente. De acuerdo con su naturaleza, pues, pueden diferenciarse compuestos inorgánicos, orgánicos y radiactivos (Tabla 2).
4. La protección de los consumidores: la y el equilibrio riesgo/beneficio A los consumidores
les preocupa la seguridad o inocuidad de los alimentos que ingieren,
independientemente del origen de los organismos o las sustancias que
determinen su posible toxicidad, que normalmente se atribuye a la actividad
humana (sobre todo a la industrial) y no a una toxicidad natural. Cabe
reiterar en esta línea que muchas contaminaciones ambientales
tienen su origen, más o menos inmediato o remoto, en la actividad
humana.
1 Sustancias extrañas
para el organismo.
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El impacto de la contaminación atmosférica urbana en la salud El primer estudio
internacional sobre la evaluación del riesgo debido a la contaminación
urbana se publicó el año 2000.1 El estudio realizado en
Austria, Francia y Suiza a partir de los resultados aportados por estudios
de cohortes en EE.UU. y de estudios transversales multicéntricos
en Europa y California estima que un 6% de la mortalidad por todas las
causas podría deberse a la contaminación atmosférica,
lo que llegaba a sumar alrededor de 40.000 muertes por año en
estos países. Calidad del agua potable y efectos sobre la salud La aparición
de dos estudios que miden el impacto debido a los subproductos de la
cloración del agua ha puesto de manifiesto la relevancia de este
tema.2 La cloración del agua potable genera trihalometanos y
otros subproductos con propiedades mutágenas, cancerígenas
y espermatotóxicas en experimentos con animales. La exposición
humana a dichos compuestos ha estado asociada, en estudios epidemiológicos,
principalmente a diversos tipos de cáncer y a efectos adversos
en neonatos de madres expuestas. El cáncer de vejiga se ha asociado
consistentemente a la exposición a los subproductos de la cloración,
con unos riesgos relativos de alrededor de 1,5-2,0 para una exposición
a trihalometanos superior a 75 mg/l durante 35 o más años.
Para un nivel medio de exposición a THM durante toda la vida,
de 40 mg/l, la odds ratio está entre 1,3 y 1,4. Los resultados
de estudios de cáncer de colon y recto, páncreas, esófago,
mama, y otros tipos de cáncer no son consistentes. La exposición
a plomo o mercurio al principio de la vida puede afectar al desarrollo
neuroconductual en períodos críticos, resultando en efectos
sobre la función sensorial, cognitiva o motora. Ello llevado
a intervenciones como la prohibición del plomo en la gasolina.
Los PCB (policlorobifenilos), utilizados como disolventes por la industria
y aislantes en transformadores eléctricos, y otros compuestos
orgánicos persistentes (llamados así por su presencia
en todo el planeta, su bioestabilidad y lenta biodegradación,
su acumulación en tejidos grasos y su larga vida media) también
pueden ser neurotóxicos. Los PCB son los más estudiados,
debido a dos episodios de contaminación masiva. En 1968, más
de 1.000 personas en Kyushu, Japón, consumieron aceite contaminado
por PCB. Los niños expuestos a los PCB en el útero materno
y a través de la lactancia materna presentaron retraso mental.
Dioxinas y salud Las dioxinas son
un conjunto de sustancias organocloradas, lipofílicas, bioacumulativas
y persistentes en el ambiente. En los humanos, las dioxinas se metabolizan
y se eliminan lentamente. La 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-para-dioxina
(TCDD) es la más tóxica de la familia de las policlorodibenzo-para-dioxinas
(PCDD). Las dioxinas son ubicuas en el suelo, en los sedimentos y en
el aire. Las principales fuentes de exposición humana a las dioxinas
en España y en Europa Occidental son actualmente las incineradoras
de residuos y las industrias de reciclaje de metal. La exposición
humana a las dioxinas se limita casi exclusivamente a la dieta (95%
de la exposición total), particularmente a la leche y los productos
lácteos, al pescado y a la carne, es decir, a todo tipo de alimentos
que contengan altas proporciones de lípidos. Campos electromagnéticos (CEM) de muy baja frecuencia Los campos electromagnéticos
son las ondas de muy baja frecuencia (de 50-60 Hz) que producen los
aparatos y las conducciones eléctricas. El incremento registrado del uso de los teléfonos móviles y de las nuevas tecnologías de telecomunicación por radiofrecuencias y microondas, exige una evaluación científica de los posibles efectos de estos CEM sobre la salud humana. Algunos sectores sociales demandan una información objetiva que garantice el uso seguro de dichas tecnologías. Estudios sobre personas que utilizan teléfonos móviles Riesgos de accidentes de tráfico Estudios de psicología
experimental han demostrado con claridad que, cuando se desempeñan
varias tareas mentales simultáneamente, la ejecución de
las tareas es peor que cuando estas se desempeñan por separado.
Los resultados de estos estudios indican que cuando un conductor habla
por un teléfono móvil, su capacidad de reacción
frente a situaciones de tráfico potencialmente peligrosas resulta
afectada. Este tipo de efectos parece ser independiente del hecho de
que el teléfono sea o no de manos libres. El estudio más
relevante en esta materia fue llevado a cabo en Estados Unidos por Redelmeier
y Tibshirani (1997). Epidemiología del cáncer y otras enfermedades graves 11 Se han realizado
escasos estudios sobre la asociación del uso de teléfonos
móviles y la morbilidad (la aparición de enfermedades)
o la mortalidad. No existe ningún estudio epidemiológico
sobre los efectos de la exposición a CEM de las estaciones base.
Conclusiones de los estudios epidemiológicos en sujetos expuestos a RF El único efecto nocivo asociado claramente a la utilización de teléfonos móviles consiste en un incremento significativo del riesgo de sufrir accidentes de tráfico durante el uso de estos equipos. No existen hoy en día datos epidemiológicos consistentes que proporcionen indicios de que la exposición a CEM de un amplio rango de RF esté asociada al riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. Sin embargo, muchos de los estudios realizados hasta el presente son poco informativos y limitados para identificar efectos leves. Por esta razón, resulta imperativo ampliar las investigaciones sobre los potenciales efectos a largo plazo o crónicos derivados de una exposición intensa o prolongada a este tipo de CEM no ionizantes. Tabaquismo pasivo durante la gestación 12 Los efectos del
tabaco en la gestación han sido ampliamente establecidos: la
muerte súbita del lactante, las enfermedades respiratorias durante
la infancia o la posterior aparición de cáncer. En los
últimos años se han llevado a cabo investigaciones sobre
el hábito tabáquico durante el embarazo en la mayoría
de los países de Europa, como parte de las iniciativas de las
autoridades sanitarias para reducir la prevalencia de este fenómeno.
En nuestro país existen escasos estudios sobre esta cuestión.
En 1996, las tasas de consumo diario de tabaco a los 17 años
de edad en Barcelona mostraban una clara transición de los hombres
(24 %) a las mujeres (29 %). En los apartados
anteriores nos hemos centrado en el conocimiento disponible sobre la
existencia y la magnitud de los riesgos. Como hemos visto, en muchos
de los casos la información disponible está lejos de ser
la deseable, tanto por la ausencia de estudios sobre aspectos clave
como por las limitaciones a menudo inherentes a la investigación
en humanos. Aún así, la información disponible
constituye una de las bases para la actuación social sobre los
riesgos a través de los denominados procesos de gestión
del riesgo.
1 Kuenzli N, et
al. Public-health impact of outdoor and traffic-related air pollution:
a European assessment. Lancet 2000; 356:795-801.
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Entrevista a Alfons Calera Rubio Médico y coordinador del Área de Formación del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) "Las enfermedades profesionales no dejan de aumentar" Alfons
Calera es licenciado en medicina y cirugía por la Universidad
de Valencia y técnico superior en prevención de riesgos
laborales, especializado en higiene industrial, ergonomía y psicología
aplicada a la prevención. Ha ejercido como técnico en
calidad ambiental para la Consejería de Sanidad y Consumo de
la Generalidad Valenciana y también como profesor de sanidad
ambiental. ¿Qué funciones realiza el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)? ISTAS es una fundación
autónoma, de carácter tecnicosindical, promovida por la
Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.) con el
objetivo de impulsar actividades de progreso social para la mejora de
las condiciones de trabajo, la protección del medio ambiente
y la promoción de la salud de los trabajadores y las trabajadoras
en el ámbito del Estado español. Inició su andadura
en mayo de 1996. ¿Cuáles son sus ámbitos de actividad? Básicamente
son cinco: información, formación, asesoramiento, investigación
y comunicación. En lo que se refiere al primer ámbito,
contamos con un servicio de información y documentación
para atender consultas sobre diferentes aspectos (técnicos, legales,
sindicales) relacionados con la salud laboral y el medio ambiente. Son diversas y
se modifican según las necesidades y los proyectos. Realizamos
una actividad investigadora de apoyo a otras acciones como la detección
de necesidades o impactos en materia de formación, así
como de promoción de investigaciones sobre cuestiones de especial
interés social, como la precariedad, la sustitución de
sustancias tóxicas o los factores de riesgo psicosocial.
¿Existen datos sobre mortalidad por cáncer profesional? Uno de los aspectos
más importantes del cáncer es el largo período
de tiempo que transcurre desde que nos exponemos a estas sustancias
tóxicas hasta que aparecen las primeras evidencias de la enfermedad.
Es lo que se denomina latencia. Los cánceres producidos por el
amianto, como el mesotelioma pleural, pueden tardar en aparecer de 25
a 40 años después de la primera exposición, mientras
que otros, como los cánceres de la sangre, oscilan entre 4 y
5 años. ¿Cómo difunden este tipo de informaciones? Desde hace unos
meses tenemos en marcha un sistema de registro de las consultas que
gestionan 120 profesionales en el ámbito territorial de salud
laboral de CC.OO. Este sistema, aún por desarrollar plenamente,
incluye información sobre determinados aspectos que son motivo
de consulta, fundamentalmente por parte de los delegados y delegadas
de prevención. A finales de septiembre se habían registrado
unas 2.700 consultas. ¿Qué tipo de consultas es el más frecuente? Los productos que con más frecuencia son objeto de consulta son los disolventes, las pinturas y los tintes; resinas, plásticos y sus componentes; elementos relacionados con procesos específicos de metalurgia, conservantes en la industria de alimentación y agentes cancerígenos en procesos de extracción de crudos y minerales no metálicos, coquerías, refino de petróleo y producción de gas. De especial interés es la presencia en todos los sectores y ramas de los productos utilizados en las actividades de limpieza, que revela los riesgos relacionados con la exposición a lejías, amoniacos, disolventes, desincrustantes y otros agentes y mezclas. ¿Existe suficiente cultura de la seguridad y de la salud entre los trabajadores? En mi opinión
el nivel cultural nunca es suficiente, pero en este campo hay que repartir
las responsabilidades en su justa medida. El empresario es el único
que tiene potestad para organizar la producción y elegir los
procedimientos, materiales y cualificaciones que desee. Por tanto, el
personalmente, o a través de sus asesores del Servicio de Prevención,
quien ha de poseer un nivel de suficiencia cultural adecuado que le
permita gestionar la prevención con garantías de seguridad
para las personas y el medio ambiente.
1 Registro de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales. ATE-38-39-40. Epígrafes: enfermedades
profesionales producidas por agentes químicos, de la piel producidas
por agentes no incluidos anteriormente, por inhalación de sustancias
y agentes no incluidos anteriormente y enfermedades sistémicas.
http://www.mtas.es/Estadísticas/anuario00/ATE/Index.html |
La
protección europea de las personas y del medio ambiente contra
sustancias y preparados peligrosos Ignasi Doñate Abogado experto en cuestiones ambientales 1. Introducción El panorama internacional
emergente de los ataques terroristas contra Nueva York ha infundido
en la opinión pública el temor, entre otras cosas, a que
la presencia de las esporas de ántrax no sea más que otra
batalla con medios bacteriológicos que da continuidad al ataque
que provocó el derrumbamiento de las Torres Gemelas. En pocos
días van aflorando noticias sobre la iniciativa de EE.UU. en
el cultivo de bacterias, así como sobre la falta de seguridad
y de control sobre éstas. 2. La gestión del riesgo en un marco de conflicto bélico De esta manera,
la actual formulación del conflicto internacional pone de relieve
el elevado nivel de riesgo que entraña la mera existencia de
sustancias, preparados y tecnologías peligrosos. Recomiendo hoy
leer el número 24 de esta revista, dedicado a , que contiene
trabajos elaborados que, pese a estar alejados de la actual situación
de conflicto, leídos hoy, adquieren una mayor relevancia. En
su artículo, Narcís Mir Soler citaba a Ulrich Beck y me
permito retomar aquí la cita como ejemplo de la lectura que debe
hacerse del riesgo existente en la sociedad actual. Dice Ulrich Beck:
3. El enfoque normativo de las sustancias peligrosas en Europa Esta última
directiva comunitaria es la que trata sobre los . El propio título
nos lleva a considerar las como causa primigenia de la actual sociedad
del riesgo. No obstante, este riesgo no se ha considerado como tal al
estudiar la normativa sobre en el ámbito europeo, normativa centrada
básicamente en el objetivo de aproximar las legislaciones de
los Estados miembros que tienen como objetivo la protección de
la salud de las personas y del medio ambiente y, mediante tal aproximación,
posibilitar los intercambios comerciales en el espacio comunitario. 4. El sistema genérico de protección El sistema genérico de protección que construye esta telaraña de normativas específicas se fundamenta en una serie de procesos dirigidos a la circulación de una información mejor y más fiable sobre estas sustancias peligrosas, procesos que se concretan en:
5. La clasificación,
embalaje y etiquetado de sustancias peligrosas 6. Los límites
a la comercialización y el uso de sustancias y preparados peligrosos
7. La clasificación, el envase y el etiquetado de preparados peligrosos La tercera gran
oleada normativa sobre productos peligrosos se inició con la
Dir. 88/379/CEE, relativa a la aproximación de las disposiciones
legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en
materia de clasificación, envase y etiquetado de preparados peligrosos.
Esta directiva y sus ulteriores modificaciones han quedado refundidas
recientemente en la Directiva 1999/45/CE (DOCE núm. L 200,
de 30 de julio de 1999) para así clarificar mejor los condicionantes
legales de los preparados peligrosos.
Explosivos:
sólidos, líquidos, pastosos o gelatinosos que, incluso
en ausencia de oxígeno en el aire, pueden reaccionar de forma
exotérmica provocando una rápida formación de gases
y que, en determinadas condiciones de ensayo, detonan, deflagran rápidamente
o que, bajo el efecto del calor y en caso de confinamiento parcial,
explotan.
8.-La exportación e importación de productos químicos en la Unión Europea Las normativas
comentadas anteriormente tan sólo regulan el movimiento de sustancias
y preparados peligrosos dentro del ámbito europeo comunitario.
La exportación e importación de productos peligrosos debe
realizarse de acuerdo con las normas internacionales que regulan el
comercio de estos productos a escala mundial. 9. La comercialización de los productos fitosanitarios y de los biocidas El sistema de notificación
u homologación establecido genéricamente en la Directiva
67/458/CEE de sustancias peligrosas no es de aplicación a la
comercialización de fitosanitarios y de biocidas, ya que estos
preparados se comercializan mediante procedimientos específicos.
10. Otras sustancias, preparados o elementos, instalaciones, transportes, residuos que conforman la sociedad de riesgo En el marco de
la telaraña normativa europea, en este artículo únicamente
se ha hecho una rápida referencia a la legislación que
se acostumbra a indizar bajo el epígrafe de . Muchas otras sustancias,
elementos y preparados peligrosos ni siquiera se han considerado, lo
que pone de manifiesto la magnitud y fragilidad de un sistema de información,
evaluación y control basado en la confección de listas
de sustancias o productos obsoletas casi por definición, ya que
el desarrollo tecnológico y el lanzamiento al mercado de productos
siempre va muy por delante de la capacidad de controlar y legislar adecuadamente
las sustancias peligrosas. |
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Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya
Equip redactor DL: B-44071-91 ISSN: 1130-4022 |